El Que Se Me Escapó…

Todos en la vida tenemos un enamorado (a), que a pesar de ser la persona perfecta para nosotros, por alguna estúpida razón o un peo mental nunca le hicimos caso.
Y el sábado pasado, nada más y nada menos que subiendo por la Catedral para las Fiestas de La Calle San Sebastián, me lo encontré… acompañado de su mamá, su papá, su hermana y su linda esposa. (Demás esta decir que al principio sentí unos nervios, de esos que le dan a uno como un calentón por dentro).
El encuentro fue una mezcla de emociones, porque es una alegría ver a alguien a quién uno le tiene un cariño especial, después de tanto tiempo. Pero a la misma vez es un “bad trip” pensar: “Oye yo podría ser la señora que lleva el peñón en el dedo, y no la gamberra que lleva la sortija de plástico de Claire’s”.
Porque la triste realidad es que este espécimen era para haberlo agarrado y nunca haberlo dejado ir: alto, guapo, inteligente, trabajador, exitoso y bueno… muy pero que muy bueno.
Quizás ese fue el problema. Que nunca fue un reto o un tormento en mi vida. Él siempre estuvo ahí, listo para quererme. Y quizás ese es mi problema con los que ahora me atormentan a mi, porque de seguro saben que se me caen las babas por ellos.
Pero en definitiva, el momento pasó y fue un encuentro muy bonito (aunque siempre me preguntare si la esposa se imagina mi pasado con su "maridito" ). Nunca sabré si realmente deje escapar a “mi hombre perfecto”. Mientras tanto seguiré disfrutando de las "bondades" que la vida me va tirando.